No os creeríais en qué estado depresivo me ha dejado el documental The End of the Line – Salvemos el Mar.
Mi hermano es master en pesca y acuicultura, y recomendó a toda la familia que lo viéramos. Sin embargo, nos advirtió sobre los efectos que produciría en nuestras conciencias. El documental lleva casi un año en la casa familiar, y nadie lo había visto hasta hoy. Mis padres siguen posponiendo el momento de verlo, conscientes de que, una vez visto, deberán modificar sus hábitos de consumo radicalmente.
El documental aborda el problema que todos conocemos: el deplorable estado de nuestros mares y océanos. La desertificación es evidente, y los datos que facilitan los expertos, abrumadores.
No se trata únicamente del famoso atún rojo, ya casi imposible de recuperar, sino del bacalao, otras especies del atún, y miles de peces que consumimos en nuestro día a día.
¿Sabíais que las crecientes invasiones de medusas en nuestras playas se deben a la desaparición de sus depredadores naturales? ¿O que la compra de los derechos de pesca en países del África Occidental por parte de los países europeos es en gran parte responsable de la masiva inmigración de sus habitantes hacia el viejo continente?
Saber es poder. Una vez más, ejerzamos nuestro poder como consumidores, y seamos responsables con nuestro hogar, si no queremos que los océanos se queden vacíos para el año 2048. Preguntemos siempre por el origen del pescado que compramos; presionemos a nuestros gobiernos para que sigan el camino de la lógica y no de los intereses económicos; apoyemos las campañas de creación de areas protegidas, etc.
Aquí podéis verlo on-line con muy buena calidad. No dejéis de hacerlo, por favor.